1.9.10

Septiembre, mes de la historieta

Por cuarto año consecutivo se celebró en Argentina el Día de la Historieta.
El 4 de septiembre se conmemoró una nueva edición de esta fecha tan grata para los amantes de este arte popular.
Desde el año 2005, cuando artistas, periodistas, difusores, editores, docentes y fans nos reunimos, se festeja ya sea con eventos que llegan hasta las páginas de la prensa o simplemente leyendo historietas.
¿Por qué elegimos ese día? No fue nada fácil, debo admitir. Nuestra historieta es riquísima en talento, en personajes y en singularidades. Pero había que buscar un día que tuviera para nosotros, los comiqueros, y para la gente en general algún significado y algún tipo de empatía más o menos uniforme.
Fue así que en Agosto de aquel año, decidimos entre muchas propuestas, que fuera la aparición del primer capítulo de El Eternauta, de Héctor Germán Oesterheld el Día H, como cariñosamente le llamamos.
Un poco de historia
El 4 de Septiembre de 1957 nacía dentro de Editorial Frontera la revista Hora Cero Semanal y en su interior comenzó a gestarse otro modo de contar historias, otra forma de narrar aventuras dibujadas en cuadritos. Cuentan los que vivieron esa época que era una verdadera tortura esperar la salida del siguiente episodio de El Eternauta. La ansiedad los volvía locos.
Los chicos y los grandes conjeturaban acerca de lo que vendría, de lo que sucedería con aquel viajero del tiempo, Juan Salvo, y con una Buenos Aires arrasada, atacada por alienígenas.
Los escenarios eran autóctonos, eran argentinos, podían visitarse en la Capital, en zona norte de Gran Buenos Aires también. Tanto es así que muchos fanáticos tienen mapeos reales de los pasos contados en aquellas páginas de historieta.
Desde esta historia narrada por HGO en guión y el maestro Solano López en dibujo, nada sería como fue.
Breve racconto del Día H
Como suele decirse, mucha agua pasó bajo el puente y cada año aquella idea germinal se va haciendo más y más fuerte.
La primera vez que celebramos fue un encuentro casi íntimo, en una comiquería amiga (Punto de Fuga) donde brindamos, charlamos acerca de comics y compartimos un refrigerio. Esta ocasión la tomamos (como buenos comiqueros) como un preview, una previa para ver cómo reaccionaban los otros compañeros de lecturas.
El segundo año quienes se hicieron eco del festejo fueron los amigos de la Alianza Francesa de La Plata. Allí se llevó a cabo un reconocimiento a Asterix y sus creadores, Goscinny y Uderzo y de paso el Día H celebró en forma oficial su existencia.
El siguiente año tuvimos un crecimiento en actividades: maratón creativa en la Escuela Argentina de Historietas, donde la consigna fue escribir, dibujar, entintar y colorear en nueve horas al menos cuatro páginas, tarea nada fácil.
Después las obras resultantes más la excelente muestra “50/30” (donde se recordaron los 50 años de El Eternauta y los 30 años de la desaparición de HGO) más actividades relacionadas con este mundo comiquero nos juntaron en la sede de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (la famosa sede de Puan) en una jornada memorable. Celebramos oficialmente así el segundo año.
El que siguió debía ser el del despegue, pretendíamos que traspasara nuestras propias fronteras, las comiqueras y que todo el país se enterara que el 4 de septiembre era el día H.
Y así comenzó a rodar la noticia por diarios como Crítica o Página 12, y ya dejó de ser una idea para imponerse de a poco, comenzó a formar parte del colectivo popular. En Internet se masificó (en un buen sentido) la información y en otros países se reconoció nuestro Día H como una realidad.
Pero aún faltaba camino y si bien en el tercer aniversario oficial uno de los eventos se realizó con una concurrencia apoteótica en el Centro Cultural Plaza Defensa, en pleno San Telmo, con reconocimientos a la trayectoria de grandes íconos de nuestros cuadritos, se necesitaba agitar más el bote para que las olas se transformaran en tsunamis.
Ya desde el inicio una idea rondaba nuestras cabezas: oficializar dentro del calendario el Día H, para que en las escuelas, en cada radio, en cada medio en cada librería, en cada espacio se recordara el placer, la imaginación, la sensación bonita que se tiene al leer en viñetas.
Y este año ese deseo empezó a transitar una posibilidad concreta: el primer paso lo dio la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, desde el despacho de Diana Mafia, que nos citó a una reunión para hablar acerca de un proyecto de Ley que se presenta en estos días a consideración.
También nos enteramos que otro proyecto se presentó en Diputados, desde la bancada de Libres del Sur y otros partidos de similar bandería política.
La Biblioteca Nacional se sumó a la movida y realizó actividades conmemorativas en su sede, el mismo 4.
Y como si fuera poco, la CONABIP instruyó a sus protegidas, las Bibliotecas Populares del país, para que realizaran actividades. Esto originó aquel tsunami que pretendíamos al mover el bote del 2008.
Si alguna vez les pasó que un sueño se haga realidad, podrán entender cómo me siento yo, al ser parte de esto.
Y ahora, ¿qué?
Y ahora la pretensión es que cada provincia tenga sus propios festejos cada 4 de septiembre. Que cada escuela, cada centro cultural, cada biblioteca recuerde, celebre, festeje con alegría esa linda sensación de frescura, de imaginación que trae la lectura. Y en especial la de historietas.
Y si no hay evento, no importa, se celebrará en casa, a la noche, leyendo alguna revista nueva de historieta. O, ¿por qué no? Alguna Columba, Record o lo que venga de lo más clásicas.
Y en la Biblioteca de Baradero, ¿se celebró el Día H?
Si no lo hicieron, no importa. El año que viene tienen otra oportunidad.
Y como muchas ciudades aprovechan y celebran el mes de la historieta, no queda más que desearles
¡FELIZ MES H, AMIGOS DE BARADERO!

Alejandra Márquez
Sátrapas 09/2009