11.9.10

DE QUE SE TRATA LA HISTORIETA

Muchas veces pasa que nos cruzamos con revistas de historietas. Y si nos gusta el personaje, la temática y los dibujos es casi seguro que las leeremos.
Muchos dicen que son cosas para nenes, otros que no es algo serio y la mayoría lo considera como un pasatiempo algo friki, freak o directamente, nerd.
Así que en este artículo me encomendé hablar un poco acerca de la historieta o cómo decir cosas mediante viñetas.
Cuentan los que saben que el hombre hace historietas o cómics desde siempre.
Las pinturas rupestres, por ejemplo, relatan gráficamente escenas de la vida diaria de los primeros hombres: no utilizan palabras, sino dibujos.
Si nos ponemos académicos, se dice que el cómic es fruto de la experimentación, se asocia además con una cultura de masas lo que hace que se transforme en un producto industrial, más allá de otras interpretaciones artísticas o de lenguaje que pudiera tener.
En este sentido, el primer antecedente de la historieta o cómic fue una litografía satírica de Napoleón del caricaturista inglés James J. Gillray.
Ya alrededor de 1829 Töpffer publicó el primer intento de reflexión sobre comic, un folleto versado acerca de fisonomía humana.
Mucho agua pasó bajo el puente, ilustración, humor político, periodismo satírico son las influencias inmediatas en el origen del cómic. Otro antecedente fue también la novela por entregas, de la que sobre todo los superhéroes mamaron su génesis.
Pero el gran empuje para los comics sin dudas fue la necesidad de los diarios de levantar sus ventas Para eso incluían diariamente las llamadas “tiras”, seguidas con avidez por los lectores.
La que dió ese puntapié fue “The Yellow Kid”, aparecida en 1895, del dibujante Richard F. Outcault. ¿En qué radica su importancia? Sencillamente sentó las bases de la historieta tal y como la conocemos hoy.

El personaje central era un chino vestido con una larga camisola amarilla, oriundo de los barrios populares de New York.
Los aportes de esa tira para identificar al cómic hasta hoy fueron tres:
1.- Secuencia de imágenes consecutivas para articular un relato.
2.- La permanencia de, al menos, un personaje estable a lo largo de una serie
3.- Integración del texto en la imagen.
En 1929 comienzan a utilizarse como base para la creación de historietas de aventuras los relatos de Edgar Rice Burrough "Tarzán" con dibujos de Hal Foster y la primera historieta de ciencia ficción "Bulk Rogers" de Philip Nowlan como guionista y Dick Calkins como dibujante. Le sigue en 1931 la recreación de la vida de Al Capone, mediante el conocido y muy leído “Dick Tracy” de Chester Gould.
Al nacer estas nuevas historietas desde el seno literario, es necesaria la inclusión de guionistas especializados: se revalorizan los textos y no sólo será importante la imagen de aquí en más.
Como es lógico suponer la hegemonía de producción comiquera la tienen los Estados Unidos. Esto será así hasta los años ’60, donde la geografía de los cuadritos cambia.
Hay una irrupción en el mercado internacional de las historietas provenientes de Francia, Italia, Alemania, Bélgica, España, Argentina donde los temas marginales y aquellos que denuncia una sociedad cada vez más deshumanizada y consumista, son el motivo principal de la historieta no comercial que, en la década de los 80, constituyen el punto de atención de los nuevos lectores de cómics.
Y en estos últimos años, ese mismo mapa cambia, con la llamada invasión del manga, que como sabrán, se trata de historieta hecha en Japón, China, Corea, Taiwán y otros sitios orientales.
A esta altura podemos mencionar algunas características del cómic:
1.- Carácter predominante narrativo del mensaje.
2.- Integración de elementos verbales e icónicos.
3.- Utilización de códigos y convenciones.
4.- Su realizan para una profusa difusión lo que puede condicionar su contenido.
5.- Su finalidad es predominante de distracción.
Parece que no era tan sencillo el cómic, después de todo.
Al menos no en su hechura, en su concepción.
Si lo es en su comprensión, por eso es utilizado por algunos docentes para enseñar trozos importantes de la historia, de la literatura o entusiasmar a los chicos en el hábito de la lectura, de la escritura y el trabajo en equipo.
Si nos referimos específicamente a los cómics y sus ventajas con respecto al aprendizaje, es evidente su bajo costo, sus posibilidades comunicativas, de comprensión lectora, ya que estimulan el pensamiento lógico del alumno.
Entonces, ¿el cómic es para niños?
No, también es para adultos. Porque se pueden comunicar ideas, manifestar opiniones, contar todo tipo de historias mediante las viñetas.
Desde las más sórdidas hasta las más románticas, desde las aventuras más valerosas hasta las más crueles.
Sobre esto nuestro país es uno de los más respetado, ya quetenemos una riquísima historia comiquera.
Los personajes de Quinterno acompañaron a generaciones con sus ocurrencias. Patoruzú, Isidoro, la Chacha, Ñancul, Cachorra, por nombrar algunos.
Otro admirado por legiones, Juan Salvo, nombre de El Eternauta en la inolvidable y siempre presente narración de Héctor Oesterheld, con dibujo de Francisco Solano López primero y Alberto Breccia después.
Las historias narradas por Robin Wood y múltiples y talentosos dibujantes en las páginas de Editorial Columba también fueron leídas y releídas miles de veces por millones de argentinos: Nippur de Lagash, el emblemático guerrero sumerio es uno de los grandes personajes nacidos de la mente del prolífico paraguayo.
Nuestra historieta tiene un sello propio, una forma de “plantar” o colocar las imágenes, los globos de diálogo, la cantidad de cuadros por página.
Y este estilo narrativo se exportó a muchos países con amplia tradición y amplios mercados comiqueros. Desde siempre los dibujantes argentinos trabajaron para editoriales francesas, italianas, estadounidenses, españolas, en fin, para el mundo.
Esto se acrecentó, lamentablemente, con una de las crisis editoriales más grandes que tuvimos que padecer, la llamada “crisis del 2000” que como es de suponer no dejó afuera a las revistas de este tipo.
Hubo una gran migración de dibujantes y una desolación enorme en los kioscos. Muchas editoriales cerraron definitivamente, como Columba, Record y varias más.
Y sólo nos quedaba mirar con la “ñata contra el vidrio” cómo grandes dibujantes (Zanotto, Meriggi, Alcatena, Taborda, Lalia, por mencionar algunos) y guionistas (Wood, Trillo –aunque estuvo presente Clarín mediante-, Schimpp, etc) publicaban en el exterior.
¿Quiénes mantuvieron viva la llama? Los autoeditados, los fanzines, las pequeñas editoriales que como podían seguían adelante mostrando sus trabajos fotocopiados en convenciones bien subterráneas, muchas veces excelentes en calidad intrínseca pero pésimos en calidad de impresión.
Gracias a Dios, todo esto parece que se está curando, de a poco, no cantemos victoria.
Pero hay un reverdecimiento, un renacer de editoriales, de revistas, de autores que regresan o comienzan sus pasos.
También un reconocimiento a esos talentos nacidos del “underground”: Salvador Sanz, Javier Rovella, El Bruno, la gente de Lule le lele que ven publicados sus trabajos en revistas que reinciden como Fierro.
Y otras que tomaron la bandera de las aventuras, como la línea editorial que comienza a publicar Thalos Editorial, con “Magma” a la cabeza.
Otras editoriales que comienzan con muy buen pie su recorrido comiquero, tal es el caso de Domus Editora, con sus comic books a excelentes buenos precios, que no desmedran la calidad de impresión.
De Domus tenemos la versión de “Hate”, de Peter Bagge, un baluarte del cómic nacido como under en USA; también la colección de Aventuras Dibujadas, para los más chiquitos, con nombres de autores tan importantes como Carlos Trillo, Jhor, Diego Parés, Javi Rovella (que publica en Spirou su “Dante Elefante”), Calvi, entre varios super capos.

Otra revista que regresó al papel, después de mantenerse por algunos años en formato digital es “Comiqueando”, una de las más conocidas dedicadas a la difusión e información sobre historietas nacionales y extranjeras.
También forma parte de esta movida de renacimiento Deux Editorial, con colecciones importantes de autores foráneos (Peter Pan de Loisel, o La Biblia de Bisley –no aptos para menores NINGUNO de los dos-) y argentinos (Shakespeare dibujado de Cristina Breccia, Cero Buenos Aires –Albiac/Taborda-, entre muchos)
Ivrea, Gárgola, DoeyoEditores son otras editoriales que siguen apostando con sus publicaciones a la calidad de nuestros autores.

Alejandra Marquez
Para Sátrapas/2008/05/

1 comentario:

Felipe R. Avila dijo...

Querida Ale:
como siempre excelente la nota sobre historieta.
Discrepo amablemente-si me permitís- en lo relativo al Yelow Kid ya que Outcault no inventa nada porque esos tres elementos (mas el uso posterior del globo en vez del texto inicial en el camison amarillo) ya estaba en historietas inglesas, francesas,alemanas y suizas desde el año 1822.Lo que ocurre posiblemente es que el Yelow Kid sirve al esquema:"los yankis inventaron todo"...pero resulta que esto, la historieta,no.
Eso sólo,un beso.
Felipe