14.12.10

El amor en los tiempos modernos


El yaoi es sin lugar a dudas el género preferido de las chicas.


Mochilas con pins y palabras desconocidas, chicos con collares casi para perros o esposas en las muñecas, parejas de hombres acompañadas y veneradas por chicas. Todo esto y mucho más conforma el mundo YAOI



Así es, si bien goza de preferencia entre la platea lectora o animera femenina, hay algo distintivo en este subgénero: no se trata de la típica novelita argenta o venezolana, donde la pareja principal está conformada por una niña rica o pobre y un niño contrastante, sino de relaciones entre chicos. Amor homosexual, donde es normal que Juan y Pedro sean pareja.
No es intención de esta nota realizar un concienzudo análisis acerca de este fenómeno que a esta altura excede Japón (su cuna) y toca y mucho a Argentina.
Será porque forma parte de la experimentación propia del adolescente, será que es moda, será que….tantas cosas. Lo cierto es que el yaoi (palabra abreviada que resume yama-nashi ochi-nashi imi-nashi) llegó hace un tiempo y eclosiona en cada encuentro público, evento o expo donde se junten más de dos adolescentes o jóvenes.
Tampoco es intención de esta nota preguntarnos que es normal y que no lo es. No tiene importancia, porque lo que para alguien puede ser natural, de acuerdo a su concepción, educación y visión de la vida, para otros es lo más pecaminoso y anatema que existe.
Nuestro humilde objetivo es comentar sin adjetivos ni rodeos que es el yaoi, sus derivados y algunas series de las más conocidas y seguidas.
Como dijimos arriba, se trata de amor homosexual. Sin llegar a lo que se conoce como hentai (aunque en el yaoi existe el sexo explícito) las parejas masculinas suelen protagonizar problemáticas propias de las relaciones amorosas: celos, romance, idas y vueltas, en fin….lo usual en las novelas que leía la abuelita, escritas por Corín Tellado, pero con la particularidad sexual de los personajes principales. Y escenas que harían poner colorado a más de uno.
Es interesante destacar que si bien se trata de relaciones homosexuales (la contrapartida –chicas con chicas- es el yuri) no son leídas necesariamente por lesbianas u homosexuales, sino también (y sobre todo) por heterosexuales.
Dentro del yaoi se manejan varios términos, que el visitante desprevenido a los eventos citados unas líneas encima de éstas, puede leer en alguno de los múltiples pins que suelen cubrir las mochilas de las chicas y chicos (porque también hay muchos varones que adoran el yaoi)
“Soy Seme” es una de esas frases. Y no me digan que no es llamativo leer algo así.
¿De qué se trata ser un seme? Suele ser la parte de la pareja homosexual que tiene mayor fuerza y corpulencia física, lo que se llama vulgarmente “el hombre” propiamente dicho. O más vulgarmente (pero así explicado por quienes llevan la insignia orgullosamente) “somos los que la damos”, indicando entonces a la parte activa de la pareja. Proviene de la palabra japonesa “semeru” que significa lisa y llanamente ataque. Se le dice también BISEINEN, una especie de buen tipo (y grande)
Otros llevan pins que dicen “Soy Uke”. Como contraste al anterior, serán aquellos que “reciben”, la parte más delicada de la pareja, proviene de la palabra japonesa “ukeru” que significa recibir. Se los suele identificar con los BISHOUNEN, o chicos bonitos y agraciados
Y hay una tercera definición, el “suke”, una mezcla entre activo y pasivo, alguien que alterna ambas maneras de comportarse.
Es también interesante e importante comentar que tanto los seme, uke o suke no sólo refieren su definición a un tema sexual sino a una actitud ante la vida, activa o pasiva según corresponda.
Ahora bien, ¿esto es nuevo en Japón? Nop, no lo es. En realidad se considera que en los años ’60 comenzó este estilo o subgénero. Tímidamente primero y después con fuerza arrolladora. Lo llamativo es que la más grande editorial referida al tema (Biblos) quebró, cosa que sin embargo no frenó para nada la producción de material yaoi, sobre todo lo que en Japón se llama doujinshi, conocidos en nuestro país como fan arts o fanzines.
Otros términos se refieren a estratos dentro del subgénero. Por ejemplo, si la pareja se forma entre un hombre y un niño (considerado pedofilia en nuestra sociedad) para los japoneses se tratará de shota-con (masculino del loli-con), y puede también estar conformada esa pareja por una mujer y un niño o por dos niños. Para la mayoría de los occidentales es algo muy irregular, pero no lo es tanto en los países orientales.
Toda esta terminología y “estilo” se engloba en lo que se conoce como shonen-ai, donde las relaciones son menos explícitas que en el yaoi propiamente dicho, pero por supuesto seguimos hablando de relaciones homosexuales.
Y a su vez, para completar el árbol genealógico (en parte) del manga y esta vertiente tenemos al shōjo, manga pensando y consumido por mujeres.


Manga

Shonen
Shojo
Seinen
Komodo
Yon-koma
Ecchi
Hentai
Josei manga
Harem manga
Sentai
Jidaimonon

Shojo

Shonen-ai

Yaoi
shota-con
Yuri
Mahō Shōjo


Las series emblema del yaoi son varias. Una de las más conocidas es “Gravitation”, editada actualmente en nuestro país por Deux.
Otras seguidas por muchos jóvenes y adolescentes propiamente yaoi son Haru wo daiteita, Ikoku irokoi Romantan, Kimera, Kirepapa, Okane Ga Nai, Zetsuai 1989, Sensitive Pornograph entre otras.
Y ya que estamos, citaremos algunas que se vinculan con el shonen-ai:
Monochrome Factor, Mirage of Blaze, Loveless, Princess Princess, Yami no Matsuei.
La lista es larga, bastante larga. Y como si fuera poco, a muchas series y mangas “tradicionales” se les versiona como fan art o doujinshis al yaoi.
Es así que desde Naruto hasta Death Note, pasando por los bravos guerreros de Saint Seya, TODAS las series tienen su visión yaoi, realizadas por fanáticos, como decíamos más arriba.
¿Moda? ¿Rebeldía? ¿Adolescencia y hormonas en ebullición? Quién lo sabe. La cuestión es que el yaoi está entre nosotros. Será cosa de leerlo para entender cuál es su atractivo irresistible.
- Pasame ese tomo de Gravitation –

Alejandra Márquez
Wasabi 2

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